El post-porno es un área de reflexión del arte que problematiza este género visual visto tanto desde la percepción del espectador como de los fundamentos que sostienen la producción de imágenes, sean estas móviles como en el video o fijas como en la fotografía, con sus intermedios que serían los GIFs animados.
En el caso de esta serie de video arte, cada pieza es trabajada como videopintura, desde la preocupación formal de composición, color, ritmo, saturación y textura visual.
Los clips utilizados provienen de la industria del porno nacional e internacional y son abstraídos en la computadora en un proceso complejo de deformación hasta obtener una pieza que visualmente refiera de alguna manera a los mandalas, cuidando que no existan imágenes reconocibles, así mismo, el audio es trabajado de una manera tal que remite a los cantos de meditación, en resumen, un producto que tiene ya un consumo tan aprehendido por el usuario (visto como consumidor), es mostrado de otra manera, descodificado y desprovisto de sus rasgos más fundamentales en apariencia, aunque todos sigan formando parte del mismo.
El objetivo de esta serie de videos es lograr un resultado totalmente opuesto al original, mientras que su origen es genital, impulsivo, superficial y simulado, la pieza final invita a la contemplación, la relajación y la meditación.



